¿Son los perros potencialmente peligrosos?

Actualmente, existen muchas razas de perros y muchos cruces de estas. Sin embargo, hay algunas razas que causan algunos conflictos entre dueños y el resto de la sociedad. Y estos son más conocidos como perros potencialmente peligrosos. Ahora bien, ¿sabes lo que es un perro potencialmente peligroso? En este post, os vamos a explicar lo que es según la legislación española, su normativa y todo lo que tenéis que saber de ellos. ¡Prestad atención!

¿Qué es un PPP?

Los PPP (Perros Potencialmente Peligrosos) son aquellos que, según el Real Decreto 287/2002 del 22 de marzo que regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos, son de una raza determinada o bien cumplen ciertos patrones como por ejemplo si pesa más de 20 kg, con un perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 cm y una altura entre 50 y 70 cm.

Sin embargo, en cada país se designa una legislación diferente para los PPP. En España, también varían las razas consideradas potencialmente peligrosas según la comunidad autónoma o ayuntamiento. En Madrid,  y según lo plasma su  ayuntamiento, se trata de perros que cumplan todas o la mayoría de las siguientes características:

  • Fuerte musculación, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia
  • Marcado carácter y gran valor
  • Cabeza voluminosa, cuboide, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas.
  • Mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda
  • Pelo corto
  • Cuello ancho, musculoso y corto
  • Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculado y corto
  • Extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas relativamente largas formando un ángulo moderado

El Ayuntamiento de Madrid también afirma que “en caso de duda razonable por parte del/de la propietario/a del animal, sobre si las características del perro corresponden o no a las detalladas en esta relación, podrá aportar, cuando le sea requerido, informe valorado emitido por un/a veterinario/a colegiado/a, en el que se indiquen las características de las citadas, que pudieran observarse en el animal.”.

Las razas “más peligrosas”

Los perros de las razas consideradas en España potencialmente peligrosas, son: Pit Bull Terrier, Staffordshire Bul Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu. A esta lista, cada comunidad autónoma puede añadir otras razas.

Si tienes, o estás pensando en tener, uno de este tipo de perros, debes saber que, son catalogados como perros potencialmente peligrosos (independientemente de su carácter y su educación). Ahora bien, tener un PPP va más allá de la simple etiqueta que se les otorga. ¿Qué es lo que debo tener en cuenta?

Normas sobre la tenencia de PPP

Tener un perro considerado como PPP conlleva una serie de requisitos que debemos cumplir. Según la normativa española, los propietarios de estos perros deben contar con una licencia administrativa y la certificación de la inscripción del animal en el Registro Municipal de animales potencialmente peligrosos. Para ello, deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Acreditar ser mayor de edad
  • No tener antecedentes penales (acreditado con el Certificado de Penales)
  • Contar con un seguro de responsabilidad Civil a terceros no menor de 120.000€
  • Pasar con un “apto” las pruebas físicas y psicotécnicas pertinentes
  • Certificado de buena salud emitido por un veterinario matriculado

Además, deben circular acompañados y conducidos mediante cadena o cordón resistente no extensible de menos de 2 metros y solo un PPP por persona. Y, por supuesto, con bozal. Por otra parte, si se encuentran en lugares delimitados deben tener un cerramiento perimetral completo adecuado, evitando su libre circulación sin control y sujeción. Los propietarios deberán disponer de los medios e instalaciones adecuados para su tenencia.

Finalmente, deben estar identificados con un microchip y su pérdida se debe comunicar al Registro Municipal de animales potencialmente peligrosos en las 48 horas posteriores a la pérdida.

Entonces, ¿una raza determina la peligrosidad del perro?

La respuesta, desde AMVAC, es rotundamente no. No hay razas peligrosas hay perros potencialmente peligrosos. Creemos que la peligrosidad de un animal no depende de su raza, sino de su educación y de las capacidades del dueño para enseñarle, de esto depende directamente que el perro tenga la capacidad de sociabilizar con otros animales y con las personas. Cualquier perro, de cualquier raza puede ser totalmente inofensivo o suponer un peligro.

La descripción de PPP es muy ambigua y da lugar a errores y vacíos legales que dejan a los propietarios con la duda de cómo actuar o qué debe hacer si tiene un perro potencialmente peligroso.

Desde la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) se pretende promover que, en lugar de señalar a un perro como PPP por su raza, se realice un Test de Adaptación a la Convivencia Social. “Con este examen, se pretende colaborar con la sociedad en la integración de los perros, evitando demonizar los perros como PPP por ley y detectando malas actitudes en animales no catalogados pero que podrían ser una amenaza”, afirma Ildefonso Esteva, en representación de AMVAC.

Por tanto, este examen demostraría que el animal es pacífico y tiene una buena educación, por lo que el dueño puede manejarlo fácilmente. AMVAC plantea que cualquier perro de más de 20 kilos y de más de 10 meses se someta a estas pruebas para comprobar cómo es el animal y para asegurar que el propietario es responsable y sabe manejarlo.

Creemos que es muy importante afirmar que un perro potencialmente peligroso no es igual a una raza peligrosa. No todos los Pit Bull van a morderte y atacarte, igual que un Border Collie (por ejemplo) sí que puede hacerlo. Sin embargo, es importante conocer la legislación actual y saber todo lo que conlleva la tenencia de estas razas de perro. La tenencia responsable de un animal de compañía (sea cual sea y de la raza que sea) significa educarlo para que sea capaz de sociabilizar y no sea agresivo. A partir de esto, tenemos que acatar la normativa vigente e intentar conseguir, entre todos, que una raza no determine la agresividad de un perro.

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