Alimentos que nunca debe comer un gato

Al igual que pasa con los perros y con todos los animales, hay ciertos alimentos que los gatos no pueden comer. Puede que, si ya tienes o has tenido un felino como animal de compañía, conozcas qué puede ingerir y qué no. Sin embargo, si es la primera vez que tienes un gato como mascota, no te preocupes. En este post, te contaremos cuáles son aquellos alimentos que comemos los humanos que un gato no puede ingerir y el por qué. ¡Presta atención!

COMIDA PARA PERROS

Las necesidades y los nutrientes que necesitan los perros son muy distintos de los que necesitan los gatos. Por ello, no puedes permitir que tu gato coma lo mismo que un perro. Por ejemplo, a diferencia de los perros, los felinos necesitan un componente llamado taurina el cual ya se encuentra en la comida especialmente preparada para ellos.

En caso de darle otro tipo de comida o alimentos destinados para otros animales, tu mascota no va a recibir la dosis que necesita en su cuerpo y puede llegar a causarle graves enfermedades cardiovasculares.

LAS VERDURAS

La cebolla, los ajos, las chalotas, el cebollino y los puerros están, tanto en perros como en gatos, totalmente prohibidos. El motivo por el que debemos evitar que un gato ingiera estos alimentos es por el tiosulfato, un componente presente en estos alimentos que puede llegar a causar la destrucción de los glóbulos rojos y, como consecuencia, anemia.

El tomate, por su parte, tiene solanina que puede causar daños a los felinos. Sin embargo, el componente más dañino del tomate es la Tomatina, el cual es perjudicial para los gatos. En definitiva, estas mascotas no pueden comer ningún tipo de verdura puesto que su sistema digestivo es mucho menor que el de un humano y, por tanto, no son capaces de digerirlas.

ALGUNAS FRUTAS

No todas las frutas están prohibidas para los gatos. Sin embargo, hay algunas que pueden afectar muy negativamente a la salud del animal. Entre ellas, destacan las uvas y pasas, las naranjas, los pomelos, los aguacates y los limones.

Las uvas y las pasas pueden provocar daños en el riñón de los gatos cuando se consumen en grandes cantidades. Además, puede provocar malestar físico y diarrea. Por otro lado, los aguacates tienen un componente que se llama persina, se trata de una sustancia fungicida muy tóxica para estos animales. Además, las frutas como naranjas, pomelos y limones (en definitiva, toda la familia de cítricos) también pueden causar diarreas y malestar en el estómago del felino.

CHOCOLATE, CAFÉ O TÉ

Estos alimentos cuentan con un componente llamado teobromina que es altamente tóxica. Los efectos que pueden causar en los animales son taquicardias, diarreas, vómitos y fallos orgánicos. En casos en que la cantidad de estos alimentos que se ha ingerido es muy alta, puede provocar el coma e incluso la muerte a nuestras mascotas.

Por ello, es importante que no estén al alcance de nuestra mascota y que, si en algún momento los alcanzan y los ingieren, acudamos rápidamente al veterinario para que los examinen cuánto antes. Por otra parte, y por los mismos motivos, los gatos no pueden ingerir alcohol, drogas o sustancias estimulantes puesto que puede provocarles graves problemas de salud.

NADA QUE CONTENGA SAL O AZÚCAR

Por una parte, la sal puede producir problemas de riñón y acumular toxinas. Además, puede causar problemas de hipertensión. Por otra parte, el azúcar y los edulcorantes pueden causar insuficiencia hepática y exceso de insulina. Es importante saber que, si le das un dulce o un producto azucarado a un gato puede causarle, además, vómitos y letargo. Por esta misma razón, todos los alimentos procesados de personas deben evitarse puesto que suelen contar con un alto contenido en azúcar, sal o ambos.

LECHE

Desde siempre, hemos visto imágenes de pequeños gatitos bebiendo de un cuenco lleno de leche. Sin embargo, no es precisamente el mejor alimento para este animal. Una vez el gato deja de mamar y se empieza a convertir en adulto, deja de producir la enzima lactasa, la cual es la encargada de digerir la lactosa (el azúcar de la leche). Por esta misma razón, los gatos adultos no pueden digerir bien la leche. Al beber leche, es muy probable que presenten síntomas como diarreas, vómitos y problemas digestivos.

PESCADOS Y CARNES SÍ, PERO CON CONDICIONES

Lo primero que debemos saber sobre la carne y el pescado que puede comer un gato es cómo puede comerla. En primer lugar, la carne o el pescado crudo pueden resultar altamente peligrosos para la salud del felino. Se debe evitar a toda costa que los gatos la coman porque la carne puede contener toxoplasma y el pescado puede ser portador de anisakis. Por ello, siempre debe ingerirse totalmente cocinadas.

Además, se debe evitar que el pescado contenga espinas y que la carne tenga huesos pequeños o que se astillen con facilidad (como los de ave). Si un gato ingiere carne o pescado de esta manera, puede acabar con heridas, desgarros y úlceras en el esófago y el intestino.

ALIMENTOS GRASOS

Los gatos deben seguir una dieta con muchas proteínas y baja cantidad en lípidos. Las grasas saturadas, el bacon, la cecina, mantequillas y todo lo que contengo un elevado nivel de grasa es perjudicial puesto que puede causarle al felino pancreatitis, una enfermedad que se caracteriza por la inflamación del páncreas. Los signos más frecuentes son la pérdida de peso, la diarrea y las alteraciones en el pelaje.

Estos son los principales alimentos prohibidos para los animales. Es importante que, si tu gato ha ingerido alguno de ellos, acudas inmediatamente a la clínica veterinaria para que puedan ayudar a tu mascota y hacer que esté sana de nuevo.

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