Las almohadillas de los perros y de los gatos son una parte fundamental de su cuerpo que es importante revisar de forma periódica. Al tratarse de una zona propensa a sufrir heridas y quemaduras (al estar en contacto directo con el suelo) que en algunos casos pueden ser difíciles de curar, debemos poner especial atención a las distintas zonas donde pisa nuestra mascota con el objetivo de prevenir al máximo este tipo de lesiones. Algunas de ellas pueden resultar muy dolorosas por el gran número de terminaciones nerviosas que tienen. Sobre todo, en primavera y verano, cuando las temperaturas son mucho más altas y el riesgo de quemaduras es mayor.
En este post, vamos a conocer cuáles son las causas más frecuentes que pueden provocar estas heridas en las almohadillas de nuestras mascotas. Además, desde AMVAC consideramos muy relevante saber cómo actuar frente a una de estas heridas y cuáles son las principales recomendaciones que debemos tener en cuenta a la hora de curarlas. ¡Empezamos!
Diferentes pavimentos, mismo riesgo
Debemos tener presente que nuestra mascota recorre a lo largo del día diferentes tipos de suelo y cada uno de ellos puede presentar diversos riesgos para sus almohadillas. Una de las causas más habituales de heridas es la erosión (cuando pasean por suelos muy abrasivos) y las quemaduras. Se trata, en definitiva, del desgaste excesivo que sufren las almohadillas a causa de superficies con mayor dureza como el asfalto, el hielo o incluso la arena de la playa.
Otro motivo de lesión de las almohadillas puede ser por traumatismo como consecuencia de un corte al pisar un objeto o un suelo en malas condiciones o con roturas. Las zonas más habituales de tránsito suelen ser las calles de la ciudad, los parques o el campo, aunque en casa también hay riesgos. Algunos de los elementos presentes en estas zonas que pueden lastimar a nuestra mascota son los vidrios, las piedrecitas afiladas o diversos objetos que se encuentren y que pueden clavarse en sus patas.
Es por esto por lo que será de vital importancia revisar tras los paseos las patas de nuestras mascotas con el objetivo de eliminar posibles elementos que han podido clavarse o, en caso de herida, atenderla rápidamente.
Cómo tratar posibles lesiones en las almohadillas
Lo mejor, como siempre indicamos, es prevenirlo y evitar que el animal sufra. Por ello, en épocas de mucho calor, debemos intentar que los animales pasen el menor tiempo posible en zonas asfaltadas en las horas centrales del día, cuando aumenta considerablemente la temperatura.
No obstante, hay veces que no se puede evitar: Si tras un paseo descubrimos que nuestra mascota presenta una herida en la zona de las almohadillas, deberemos en primer lugar valorar la gravedad de esta para decidir si podemos tratarla nosotros mismos o si es necesario acudir a un veterinario. Ante una simple herida superficial, con nuestro botiquín de primeros auxilios veterinarios, podremos solventar el problema. Sin embargo, con lesiones de cierta gravedad, debemos consultar a nuestro veterinario lo más rápido posible.
Tipos de heridas y quemaduras
Existen dos tipos de heridas comunes en las almohadillas de los animales y cada una necesita un tratamiento distinto: heridas y quemaduras superficiales y las más profundas. A continuación, os explicamos en qué consiste cada una de ellas.
Heridas superficiales
Si observamos que se trata de una herida superficial, podemos tratarla nosotros mismos tomando las precauciones adecuadas. Para ello debemos, en primer lugar, limpiarla y después desinfectarla utilizando una gasa embebida en una solución antiséptica. Por ejemplo, la clorhexidina. Recuerda que siempre debes tener en casa un botiquín de primeros auxilios para tu animal.
Una vez desinfectada la zona de la herida, deberemos ponerle un vendaje (varias capas, pero sin apretar con el objetivo de evitar infecciones a causa del contacto con la suciedad de la superficie.
Si advertimos que la herida va evolucionando correctamente, deberemos limpiarla y cambiar el vendaje a diario hasta que cure por completo. Será importante controlar las salidas de nuestra mascota durante el proceso de curación, cubriendo el vendaje con un plástico o zapato especial. Por último, deberemos realizar un seguimiento de la herida para que, en caso de advertir que no evoluciona favorablemente, acudir a tu centro veterinario para que lo curen debidamente.
Heridas más profundas o con sangrado abundante
En otros casos es posible que, a pesar de haber extraído el objeto, sospechemos que pueden quedar restos en el interior, con una hemorragia que no podemos controlar. En estas circunstancias, lo más recomendable será acudir a un profesional veterinario lo más rápido posible.
Recuerda tener presente la importancia de esta parte del cuerpo de nuestras mascotas. Unas almohadillas fuertes y sanas permitirán a tu mascota moverse y hacer ejercicio de forma correcta y totalmente segura.