¿Qué es la procesionaria y por qué es peligrosa para los perros?

Desde finales de invierno en los lugares más cálidos hasta entrada la primavera en los más fríos, la oruga de la mariposa de la procesionaria del pino desciende de los nidos que forman en los pinos donde pasan el invierno. Constituyen un grave problema para los propios árboles y pueden ser un riesgo importante para la salud de las personas y de los animales. En este post, te contamos todo lo que debes saber sobre ella y cómo prevenir su contacto con nuestro animal de compañía. ¡Empezamos!

¿Qué es la procesionaria del pino?

La oruga procesionaria es un lepidóptero perteneciente a la familia de los Thaumetopoeidae. Se trata de una oruga que anida en los árboles y que, en España, está considerada como una plaga.

Según nos cuentan desde el Ayuntamiento de Madrid, se trata de un insecto que cuando se encuentra en estado de mariposa adulta, deposita sus huevos en los árboles. Cuando han eclosionado, las orugas permanecen en el árbol protegidas por bolsones. Para alimentarse, utilizan las hojas de estos árboles y lo defolian puesto que continúan comiendo en invierno.

Las orugas procesionarias permanecen en los árboles desde su nacimiento (septiembre) hasta que se hacen adultas y descienden de los árboles afectados (febrero – marzo). Pasados unos meses, en verano, emergen las mariposas adultas con el fin de reproducirse y empezar un nuevo ciclo biológico. De hecho, el nombre de “procesionaria” proviene de la forma que tienen de bajar de los árboles, a modo de procesión.

 

¿Por qué es peligrosa para los perros?

Las orugas procesionarias pueden suponer un grave peligro para nuestra mascota. Estas, cuando descienden de los nidos, tienen una apariencia igual que en la foto anterior. Y es que están rodeadas de hasta 600.000 pelos urticantes que pueden proyectar en caso de sentirse amenazadas. Cuando se clavan en un individuo, liberan una sustancia tóxica que causa reacciones urticantes de mayor o menor intensidad, pudiendo resultar muy graves.

Ahora bien, los perros, cuando entran en contacto con estos pelos urticantes, pueden sufrir reacciones alérgicas de cierta gravedad. Y, es que, los perros, en su afán por descubrir y explorar, pueden entrar en contacto fácilmente con los pelos de estas orugas. E incluso intentar chuparlos o comérselos. Si estos pelos urticantes entran en contacto con las mucosas (al ingerirlos o lamerlos), pueden provocar reacciones de tal gravedad que pueden derivar en la muerte del animal, debido a la dificultad respiratoria por hinchazón de la lengua y la garganta que se puede producir.

Síntomas de que nuestro animal ha estado en contacto con una oruga procesionaria

Ahora bien, para conocer mejor cómo puede afectar esta oruga a nuestros perros, debemos aprender a identificar los primeros síntomas:

  • Picor, urticaria, fuerte sensación de quemazón
  • Hipersalivación, nerviosismo, jadeo intenso y rascado de la zona
  • Inflamación de la cara, párpados, piel circundante a la boca
  • Lengua enrojecida, inflamada
  • Reacción alérgica, aparición de ampollas y úlceras, incluso en la cornea
  • Casos más graves necrosis de la lengua, la laringe
  • Vómitos, convulsiones, shock anafiláctico

Ante cualquiera de estos síntomas, acude rápidamente a tu centro veterinario, es una urgencia que puede llegar a ser muy grave.

Tratamiento adecuado para los perros

¿Y qué ocurre cuando tenemos claro que un perro ha sido afectado por una oruga procesionaria? Lo primero, como ya hemos dicho, es llevarlo al centro veterinario cuanto antes. Para socorrerlo en el momento, hay una serie de pautas que debemos seguir:

  1. Mantener la calma: Evita ponerte nervioso y piensa cómo debes actuar.
  2. Lava la zona afectada con agua limpia evitando frotar para no romper los pelos.
  3. Vigila que el perro no se lama ni rasque: Trata de tranquilizar al perro para no agravar la situación.
  4. Acude al centro veterinario cuanto antes.

Una vez en el centro, el veterinario pasará a examinar al perro afectado. Recuerda que debes dejarlo siempre en manos de profesionales, estas afecciones pueden llegar a ser mortales en estos animales. Según el estado general, el profesional veterinario indicará el tratamiento idóneo para paliar su dolor y malestar. Frente a casos de alta gravedad, se puede requerir la hospitalización del animal.

 

Procesionaria

¿Cómo podemos prevenirlo?

Ahora bien, la mejor medida preventiva es evitar el contacto y evitar la exposición en los paseos en la temporada que aparecen las orugas.

  • Evita las zonas de riesgo.
  • Si vas por este tipo de zonas, lleva siempre a tu animal con correa para tenerlo vigilado.
  • Controla que no olfatee en estas zonas.
  • Llegada esta época, supervisa los árboles del jardín o de la zona en la que pasees al perro en busca de nidos.
  • Lleva al día la desparasitación y el calendario de vacunación del animal.

Y recuerda, si crees que en una zona determinada hay nidos de procesionarias y no está señalizado como tal. Es importante avisar al organismo pertinente de cada Comunidad Autónoma. En el caso de Madrid, debemos recurrir al Departamento de Control de Vectores de Madrid Salud.

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