Editorial | Revista Centro Veterinario

Los veterinarios desarrollamos un papel fundamental en el control de las enfermedades de origen animal con potencial zoonótico. No hay que olvidar que casi un 70% de las enfermedades emergentes que nos afectan son de origen animal, por lo que, para controlarlas, la función del veterinario controlando esas enfermedades tiene una importancia de primera magnitud. El concepto de `Una sola Salud’ (One Health) acuñado desde hace más de 20 años por la OMS, nos deja muy claro la íntima relación entre la salud de los animales, la de las personas y el medio ambiente.Esto significa que no podemos abordar la salud humana, animal y del ecosistema de forma aislada. Tenemos que considerarlas de forma conjunta, y hacer frente a las causas de la aparición de las enfermedades, su persistencia y propagación, en lugar de combatirlas cuando surgen.

Esta visión global permite tratar desde una perspectiva integrativa la salud de la población. Este enfoque es bien conocido en nuestro gremio que, desde 1922, ya acuñó el término “Hygia pecoris, salus populi” o, lo que es lo mismo, la higiene del ganado es la salud de las personas. Los veterinarios somos expertos en bioseguridad y en el control de enfermedades que afectan a colectividades, y somos los responsables de controlar la seguridad de los alimentos de origen animal que consumimos, por lo que su experiencia, puede aportar un punto de vista necesario en el control de la pandemia actual. Garantizar la salud y el bienestar de los animales es la forma de consolidar la salud de las personas. Y no nos cansaremos de repetirlo siempre que tengamos oportunidad

Es necesario abordar esta pandemia de una forma interdisciplinar y aprovechar el conocimiento de distintas especialidades dentro las diferentes ramas sanitarias. No contar con los veterinarios como profesionales sanitarios para colaborar en el control de la salud pública es un grave error y apelamos a las autoridades políticas y sanitarias para que recapaciten y acepten nuestra colaboración, para el bien común de toda la sociedad. Contamos con veterinarios expertos en el control epidemiológico y prevención de zoonosis, y podemos aportar estos conocimientos para colaborar activamente en el manejo de esta crisis. Un enfoque global es necesario para el control de esta pandemia más allá de la labor puramente asistencial y hospitalaria.

Controlar las enfermedades de los animales con capacidad de transmisión a las personas es labor del veterinario.

Si garantizamos la salud de los animales destinados al consumo humano, garantizamos la salud del consumidor. (Recordemos la enfermedad de las vacas locas, los brotes de gripe aviar, la brucelosis, o el SARS, entre otras)

Si velamos por el control de las enfermedades de nuestros animales de compañía (rabia, hidatidosis, leptospirosis, toxoplasmosis, tiña, leishmaniosis y un largo etc.), administrando vacunas y desparasitándolos regularmente evitaremos de forma activa la transmisión de muchas de esas enfermedades en personas.

Reiteramos por activa y por pasiva que controlar la salud de nuestros animales es velar por la salud de las personas.

¿Cuándo seremos considerados a todos los efectos profesionales sanitarios?

¿Cuándo se tendrá en consideración nuestra experiencia de primer orden en el control epidemiológico y gestión de enfermedades en grandes colectividades??

¿Todavía no queda clara nuestra labor en la prevención de enfermedades que afectan al ser humano?

¡Lo podemos decir más alto, pero no más claro!

Junta Directiva de AMVAC

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