El 20 de junio entramos oficialmente en una nueva estación: el verano. Con él, llega el buen tiempo, los largos paseos por la montaña y un sinfín de horas jugando con nuestro pequeño (o gran) perro. Sin embargo, esta época del año, que a la mayoría de las personas nos encanta, para las mascotas puede resultar un tanto molesta. Los parásitos, las picaduras, las alergias y, por encima de todo, la leishmaniosis son las enfermedades más comunes entre los animales de compañía durante esta estación. Sin olvidarnos de las altas temperaturas. Por ello, para mejorar el bienestar animal, es importante que se tomen las medidas pertinentes.
Si vas al campo, ¡cuidado con las espigas!
Tanto en primavera como en verano, muchas de las consultas veterinarias están relacionadas con la inflamación de ojos o por espigas clavadas en el cuerpo del animal. Estas espigas pueden causar muchas molestias y daño a los animales de compañía por lo que se deben tomar ciertas precauciones.
Por tanto, si se va a pasear a nuestra mascota y hay una zona con espigas, es importante que mantengamos al animal alejado y, en caso de que entre en ellas, se debe revisar todo su cuerpo después de cada paseo. Si observamos que se ha clavado o tragado alguna espiga, es fundamental que se acuda rápidamente al veterinario para eliminarlas y evitar que se agraven las consecuencias.
Garrapatas y pulgas por doquier
A veces, puede que observemos que nuestro animal de compañía se rasca más de lo habitual y sin parar. Es posible que la mascota tenga unos pequeños visitantes en su cuerpo: las pulgas y las garrapatas. Estos parásitos se contagian rápidamente, sobre todo en primavera y verano, y se alimentan de la sangre de los animales. Además, es muy complicado localizarlos y eliminarlos con facilidad y, pueden transmitirles enfermedades e infecciones de cierta gravedad con gran rapidez.
Por tanto, prevenir es la mejor opción para evitar que se contagien. Para ello, es importante acudir al veterinario e informarse sobre los productos antiparasitarios que existen y cuál es el mejor para nuestra mascota.
Cuidado, sobre todo, con los mosquitos
Con la llegada del buen tiempo, si tenemos un perro como animal de compañía, hay que prestar especial atención a las picaduras de mosquitos. Desde que empieza abril y hasta que el verano llega a su fin, las afecciones por picaduras de estos insectos aumentan. Por ejemplo, si un mosquito pica a nuestro perro y este está infectado por leishmania, el mosquito transmitirá el parásito a nuestro querido animal que podría acabar padeciendo la enfermedad y, en algunas ocasiones, el curso de esta enfermedad puede acabar con la vida de este.
Por tanto, como hemos dicho anteriormente, es importante que antes de que ocurra, intentemos prevenir a nuestras mascotas y evitar cualquier daño que estos insectos puedan ocasionarles. Para ello, como bien hemos mencionado, lo más importante es prevenir. Existen dos medidas a tener en cuenta:
- Vacunar a tu perro contra la leishmania y, de esta forma, ayudar al sistema inmunitario a reforzarse y evitar la posible infección.
- Utilizar los antiparasitarios externos indicados para prevenir la leishmania (es importante que compres collares antiparasitarios y repelentes que tengan efectividad demostrada frente al mosquito que la transmite)
Por último, conviene hacer un control anual para comprobar si nuestro perro ha sido infectado por leishmania. El análisis debe hacerse entre otoño e invierno (preferentemente), o bien, si vemos que nuestro animal presenta cualquier síntoma relacionado con la leishmaniosis debemos acudir rápidamente al veterinario. Recuerda que cuanto antes sea detectada esta enfermedad por los profesionales del sector, controlaremos la enfermedad y mejorará el pronóstico.
Cuidado con los momentos de ocio del animal
Además, en verano es muy común hacer más excursiones y paseos de los habituales. Por ello, en la época estival debes tener precaución con distintos aspectos:
- Paseos: Evita que el animal pasee en las horas centrales del día, puede sufrir golpes de calor, quemaduras en las almohadillas y deshidratación.
- Playa: Acude a playas donde esté permitida la entrada de perros, cumple con la normativa y vigila su hidratación, alimentación y estado de salud.
- Piscina: Si tienes o vas a algún sitio con piscina, es importante que vigiles en todo momento al animal para evitar que se ahogue.
- Alimentación: Vigila lo que come, muchas veces puede comer algo tóxico o no comer suficiente. Normalmente, la actividad de los perros es mayor en verano por lo que el profesional veterinario puede aconsejar un aumento de su alimento o una mayor aportación de nutrientes.
Estas son, en definitiva, las principales afecciones que pueden surgir con la llegada de las altas temperaturas. Una buena dieta (completa y de calidad), higiene y cuidado impecable y las visitas regulares al veterinario van a permitir que nuestro animal de compañía disfrute de esta época del año, del sol, de los largos paseos y excursiones, así como de los juegos hasta tarde. Y recordad, ante cualquier síntoma, ¡acudid al veterinario! En la clínica u hospital sabrán cómo ayudar a vuestro pequeño miembro de la familia.