La llegada del otoño nos trae de vuelta muchas cosas: el cole, la rutina, el deporte, los horarios… Y si para los adultos no es fácil, para nuestras mascotas, tampoco. Los cambios de rutina después de las vacaciones y el verano afectan a todos los miembros de la familia y, acostumbrarse a ellos, puede llevarnos algún tiempo. Por eso es importante seguir estos consejos para que la vuelta tras las vacaciones no sea tan dura para tu perro o gato.
Lo primero de todo es la salud. Hazle un chequeo a tu mascota al volver de las vacaciones. Es normal que, en verano, hayáis pasado más tiempo fuera de casa que de costumbre. Tu mascota ha estado más expuesta a algunos riesgos y, por ello, es una buena época para acudir a tu veterinario y realizarle un chequeo completo.
Vigila si come con normalidad o si tuviese aumento de temperatura ya que podrían ser síntomas de enfermedad, por ejemplo, las que se transmiten por parásitos como las garrapatas especialmente presentes en verano, como la Ehrlichiosis.
La desparasitación es imprescindible.
Además de la revisión general, debes tener presente mantener la pauta de desparasitación que te marca tu veterinario. Y es que, los factores ambientales son importantes en la presencia o no de parásitos y el incremento de la temperatura global, con otoños más cálidos, favorece la supervivencia de los parásitos.
Con seguridad los perros han disfrutado de más actividades en el exterior de sus casas y por tanto han estado más expuestos durante los meses de verano a agentes externos, pero los gatos también, ya que son exploradores naturales y, durante las vacaciones, pueden haber estado en contacto con otros gatos o áreas al aire libre. Como parte de los cuidados de después de los días de ocio, hay que asegurarse de llevar a tu gato al veterinario para un chequeo y ver las opciones de desparasitación más adecuadas.
En septiembre y octubre, aumentan las precipitaciones y se producen cambios en las temperaturas y debes asegurarte que el pelo de tu mascota quede seco tras los paseos. Con esto podrás prevenir posibles catarros. De igual manera, si tu mascota sufre artrosis, deberás tener especial cuidado con los primeros fríos y las primeras lluvias, ya que pueden suponer un dolor especialmente agudo en sus huesos.
¿Cómo volver a la rutina?
Los cambios deben ser paulatinos. Aprovecha que el calor en esta época comienza a relajarse para retomar la actividad física con tu mascota en los horarios en que soléis realizar la misma durante el invierno. Los paseos, los juegos en el parque e incluso las carrearas juntos serán tus grandes aliados para que tu perro gaste energía, pase tiempo de calidad contigo y no te eche tanto de menos en casa con tu vuelta al trabajo.
La alimentación es un pilar fundamental en la salud de tu mascota y, por tanto, es otro de los cuidados que hay que tener en cuenta después del verano. Consulta con tu veterinario si es necesario algún cambio en su alimentación, asegúrate de proporcionarle alimentos de alta calidad que satisfagan todas sus necesidades nutricionales.
En la alimentación de tu gato es de especial importancia el aporte de alimentos con alto contenido en humedad para asegurar que tiene suficiente aporte de agua, también es posible que notes que con la bajada de temperatura empiece a comer más de lo que comía durante el verano.
Si te preocupa algún desequilibrio nutricional o crees que tu animal de compañía necesita algún suplemento, acude a tu veterinario a consultar estas dudas y cualquier otra que tengas sobre su salud.