Crea tu propio kit de emergencia para mascotas

Cuando nos lesionamos, nos damos un golpe o nos caemos solemos echar mano del botiquín que tengamos por casa. Analgésicos como el paracetamol, desinfectantes como el agua oxigenada, la povidona yodada… son compuestos básicos del kit sanitario de las personas que nunca faltan y que nos ayudan a solventar situaciones que no sean aparentemente graves o, si lo fueran, a minimizar daños hasta la atención de un especialista.

Con las mascotas ocurre lo mismo. Pueden hacerse daño en el parque, jugando con otros perros e incluso ponerse malos. Por eso, en este post queremos explicarte cómo preparar un kit de emergencia para animales de compañía y que así puedas estar preparado para curarle una herida o ayudarle ante los síntomas iniciales de una enfermedad y así evitar que la situación se agrave. Prepararlo es muy sencillo e incluso hay productos y herramientas que no difieren mucho de los que tenemos para las personas. ¡Empezamos!

¿Cómo empezar?

Es recomendable tener el botiquín aislado, organizado y lo más importante, saber dónde está para en caso de emergencia actuar con rapidez. De esta forma, quedará protegido de altas temperaturas en verano, de los más pequeños de la casa, que entre en contacto con cualquier tipo de sustancia o agente que pueda contaminar las herramientas de cura.

Para este botiquín, te recomendamos usar una caja a la que no le des uso o que reutilices una que tengas pensado tirar. Procura que tenga el espacio suficiente para que entre todo. Calcula que, al menos, te quepan una caja de comprimidos, guantes y gasas esterilizadas, así desinfectantes o antisépticos. También, intenta que tenga cierre o tapa. De esta forma, estará todo más protegido.

 

¿Qué incluyo en el kit de emergencia para mascotas?

El botiquín para mascotas puede solventar o minimizar daños leves, pero ante una situación grave te recomendamos siempre acudir y seguir las indicaciones de tu veterinario o veterinaria.

En este post te detallamos los que seguro no pueden faltar:

  • Herramientas de curas: estas son aquellas que nos ayudarán a retirar garrapatas, medir la temperatura de nuestro peludo, cortar vendajes, gasas. Para ello, incluye en tu botiquín un termómetro, unas pinzas y unas tijeras.
  • Antisépticos y productos de uso tópico: aquí se engloban todos aquellos que desinfectarán las heridas superficiales de nuestro peludo. De este modo, no pueden faltar algunos de estos: el agua oxigenada, la povidona yodada o la clorhexidina, los sueros fisiológicos, alcohol de 70 grados para desinfectar herramientas de cura antes y después de su uso e incluso unas toallitas antisépticas o de alcohol que limpien y desinfecten.
  • Materiales para protección de heridas y manipulación de curas: vendas, gasas estériles, esparadrapos, protectores de almohadillas. Con estos elementos podrás proteger mejor la zona afectada de tu mascota los primeros días de cura, evitando que se lama y que se infecte la herida. Para el proceso de curación deberás usar unos guantes de un solo uso, de vinilo o de látex, así el procedimiento será mucho más higiénico y seguro.
  • Tratamientos vía oral: aquí consulta siempre con tu veterinario cuál tener a mano puesto que en las mascotas el tamaño, su peso y especie importan a la hora de dar la receta de un comprimido. Ante algunas emergencias, por ejemplo, golpes, caídas, picaduras de insectos… un analgésico o un antiinflamatorio podrían ser útiles. No obstante, insistimos, cuando se trate de medicamentos, consulta siempre con tu veterinario antes de incluir alguno en el botiquín casero.
  • Por último, te dejamos algunos que pueden ser útiles para la limpieza de la herida. Estos pueden ser un jabón hipoalergénico o incluso uno neutro que sea apto para mascotas; una toalla de algodón para secar la zona mojada o incluso Además de cremas hidratantes o aloe vera para cicatrizaciones o pieles irritadas, tras el contacto con alguna planta en el campo, por ejemplo y siempre que estemos seguros de que no se va a lamer la crema.

Ahora ya puedes preparar tu kit de emergencia sanitario. Un botiquín que puedes llevar contigo siempre que viajes con tu mascota, sobre todo, si vais a la naturaleza durante épocas calurosas o si paseáis por el campo. Al aire libre es donde más riesgo corren de herirse, pisando un cristal por la calle o una astilla de la rama de un árbol caída en el suelo.

Todos estos productos, materiales, herramientas y tratamientos orales son recomendaciones que te damos para construir un kit sanitario para casos leves, no graves. Ante una situación de gravedad acude siempre a tu centro veterinario. La opinión de los profesionales veterinarios debe prevalecer. Velar por la seguridad y el bienestar de nuestros peludos muchas veces se consigue con pequeños actos. Al igual que nosotros, ríen, juegan y sufren. La tenencia responsable de mascotas es fundamental.

 

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