El proceso de socialización de los animales de compañía es de vital importancia al igual que en las personas. Una incorrecta socialización tiene más posibilidades de desencadenar un comportamiento inadecuado del perro, es decir, puede ocasionar que el can tienda a manifestar reacciones de miedo o agresividad cuando se encuentre en un ambiente determinado o cuando se vea rodeado de mucha gente o de personas que desconoce, aunque sólo sea una.
Pese a ello, existen ocasiones en las que, aunque aparentemente se haya llevado a cabo un correcto proceso de socialización, el perro puede mostrar temor o agresividad ante las personas, cuando desconocemos si ha sufrido malos tratos en su etapa adulta o las condiciones en las que ha sido criado, si ha estado en contacto con personas distintas al núcleo familiar o no y, por lo tanto, se asustan cuando hay mucha gente. No obstante, hay razas más nerviosas que otras y ejemplares que por su carácter podrían mostrar este comportamiento.
Para reconducir este tipo de conductas en los perros es necesario actuar con precaución, seguir las indicaciones de un veterinario etólogo y seguramente poner en práctica ciertas medidas educativas que trataremos de explicar. Concretamente, en el artículo de hoy explicaremos algunas actitudes que puedan denotar que el animal de compañía tiene miedo a las personas, así como de qué manera puede actuar el propietario para corregir ese temor a los humanos.
Los consejos de este post son recomendaciones. En caso de duda o si el perro demuestra comportamientos agresivos o miedosos extremos recomendamos siempre, como primera opción, acudir al veterinario especialista en etología y tendrá que ser el propio etólogo quien paute el tratamiento que podrá incluir sesiones de educación canina.
¿Cómo saber que el animal tiene miedo a las personas?
Si se da el caso de una reunión familiar y tu can se aleja o bien ve que por la puerta de casa entran personas desconocidas y se esconde en algún lugar de la casa o se le ve más apagado de lo normal, es posible que esté asustado por la presencia de desconocidos y voces que nunca ha escuchado. Ante estas situaciones hay que alertar a los invitados y decirles que no acudan a acariciarle
Si ha sido la primera vez que esto ha ocurrido, para próximas ocasiones el propietario debería evitar que las visitas se acerquen al perro hasta pedir consejo para corregir este comportamiento.
¿Qué hacer si mi perro tiene miedo a las personas?
El primer paso será detectar el problema. Así que presta atención a cómo se porta con otras personas que no sean del núcleo familiar de su día a día. Tras detectar el problema, es hora de actuar. Cuando haya personas que no conozca en casa, acércate a él. Acaríciale y haz que se sienta cómodo. Sin obligarle, intenta que se acerque a la estancia de la casa donde estéis todos, que se sienta libre.
Al principio, para incentivarle puedes darle una chuche como premio cuando se acerque. Si los visitantes quieren acariciarle pueden hacerlo, pero lo mejor es que se acerquen poco a poco y vigilando qué signos manifiesta. Sin movimientos bruscos, sin invadir su territorio.
Una vez cerca, lo ideal sería acariciarle para que se dé cuenta de que no pasa nada malo. Si se empieza a agobiar o muestra señales de agresividad lo mejor es parar e intentarlo cuando el perro quiera. Por el contrario, si se deja acariciar es el camino a seguir para ayudarle en su socialización y la consiguiente desaparición del miedo a las personas.
Recuerda que será un proceso lento y que requerirá de paciencia y buenas acciones. De esta manera, hay que evitar los tonos de voz agresivos y los gritos. Una enseñanza inadecuada lo único que haría sería incrementar el miedo de tu can a las personas.
Punto clave para el comportamiento en perros
Aunque existan ocasiones en las que la raza pueda determinar ciertas formas de actuar del animal, la fase de cachorro en los perros constituye una etapa de su vida que es fundamental para para su proceso de socialización (entre tres a diez-doce semanas de vida) y evitar comportamientos agresivos o temerosos en su fase adulta ante la presencia de personas y situaciones desconocidas.
Según la Guía de Tenencia Responsable de Animales de Compañía desarrollada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el cachorro debe permanecer con su madre como mínimo hasta los dos meses de edad. También, hacen hincapié en que en perros el proceso de socialización es importante ampliarlo hasta las 12 semanas de edad.
El objetivo de este proceso es que el can se familiarice con las personas, que aprenda a interactuar con otros perros y con situaciones y estímulos que serán habituales en sus próximos años de vida (ruidos, aglomeraciones de gente, caricias, premios por hacer las cosas bien, tonos de habla de quienes vivan en el hogar…).
Por lo que, si decides adoptar a un perro siendo cachorro, te recomendamos que a su llegada al hogar le dediques el tiempo necesario para que se familiarice con su nueva casa y familia. En el post de nuestro blog «consejos para una bienvenida perfecta» te dejamos algunos consejos para cuando se produzca ese momento.
No obstante, un correcto proceso de socialización de los perros no les exime del miedo a personas, otros perros o de una conducta agresiva. La educación que reciba este animal de compañía también jugará un papel clave en su papel en la sociedad y su forma de comportarse. Desde AMVAC recordamos que la educación de las mascotas también juega un papel fundamental en el ámbito de la tenencia responsable de los animales de compañía. ¡Hasta el próximo post!